La agricultura se enfrenta a una enorme presión: el aumento de los costes energéticos, la creciente necesidad de métodos de producción sostenibles y la necesidad de utilizar los recursos de forma más eficiente. Especialmente en el cultivo protegido, el control del clima en el invernadero determina la productividad, el rendimiento y la competitividad. Al mismo tiempo, los métodos tradicionales de sombreado, como el uso de capas de cal, que requiere un tiempo considerable en su aplicación y recursos, se perciben cada vez más como ineficientes y perjudiciales para el medio ambiente. El mercado exige soluciones que aumenten el rendimiento, reduzcan los costes y disminuyan la huella ecológica. Las soluciones de láminas dinámicas e inteligentes tienen un potencial considerable en este sentido: permiten un uso óptimo de la radiación solar, reducen los costes operativos y crean aumentos de productividad medibles en las zonas de cultivo. De este modo, abordan tanto los retos económicos de las explotaciones como las crecientes exigencias normativas y sociales en materia de sostenibilidad, en consonancia con varios objetivos de sostenibilidad de la ONU.